Tranquilo, deja el cuerpo descansar. Mira, te daré un consejo amiguito. Si como esa abeja suenas... (con negación) ah, ah. Trabajas demasiado. Y el tiempo no pierdas nunca en buscar... cosas que quieras, que jamás encontrarás.
Pues ya verás que no te hace falta, y aún sin él, tu sigues viviendo pues ésta, es la verdad. Lo más vital para existir te llegará.
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