"Para empezar," dijo Geppetto, "necesitaré talar un pino."
De esta forma empieza una de las historias más trepidantes a la par que insólitas de nuestro tiempo. Del mismo modo que este blog, nadie le dijo a Carlo Collodi que su historia que empezaba con un pequeño espacio semanal en un periódico italiano para niños iba a dar tantos giros y a recorrer el mundo entero. Yo tampoco espero que este blog recorra el mundo (si quisiera eso, empezaría haciéndolo en inglés), es más bien una prueba encarada hacia mí mismo.
Collodi no pensó en la historia como un cuento para niños, de hecho, al final de ésta el muñeco iba a ser ahorcado por su ineficacia. Por mi parte, no tengo siquiera pensado un final. Lo que sí he pensado es un comienzo. Ya que éste es un blog dedicado a las letras, y ya que a mi me gusta decir mucho con pocas palabras, intentaré hacer un resumen de las sensaciones que serán recurrentes en mis creaciones, con la intención de establecerlas como las etiquetas del blog. Así, será mucho más accesible para aquellos que busquen un rincón donde esconderse en función de sus estados de ánimo. Ahí va:
Dulce
Ira
Felicidad
Inocencia
Vacío
Optimismo
Pasión
Dolor
Resignación
Transcendentalismo
Nostalgia
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