Siempre lo he sabido. Sin embargo, la ignorancia colectiva me ha llegado a convencer de que no es así. Si de verdad mi cara expresara tanto como creo, con sólo una mirada, muchos verían amor. Otros, envidia, de la mala. Unos pocos llegarían a sentir mi impotencia muchas veces.
Pero parece ser que no es así. No ven nada más que una cara. Sé fingir muy bien, pero aún así hay situaciones que me superan.
Está claro, sólo hay que mirarme a la cara.
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