Das asco, tío. Eres un cobarde. Por favor, al menos ten la decencia de decir las cosas a la cara. ¿Crees que lo estás pasando mal por tener a alguien que no te deja en paz? Entonces no sabes lo que es querer y que te desgarren poco a poco con palabras vacías.
No sé de qué te culpo, si al fin y al cabo yo ya sabía cómo eras, el error fue mío de dejarme caer en tus dulces garras de avaricia.
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