Mamá siempre me dice que no le quite los juguetes a mi hermana. Ella tiene una muñeca muy guapa, de cabello encrespado y con ropa deportiva. Siempre ando peinándola y cuidándola, menos cuando mamá me la quita. Ella me culpa por dejar a mi hermana sin juguetes. "Niña mala", me llama. Cuando eso pasa, me siento sucia, odiosa, me dan ganas de morir. Me pongo tan mal que en seguida rompo a llorar. Entonces mamá me pide perdón, y con sólo esa palabra de hace sonreír.
¡Qué rápido cambio de opinión!
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