Puede que éste no sea un lugar de muchas palabras, pero sin duda será un lugar de mucho significado.

martes, 15 de junio de 2010

Una película perfecta con un final sin sentido


Buena fotografía, realización excelente, magistral juego de contrastes, argumento interesante y bien planteado. Así podríamos definir "A Single Man", la no ya tan nueva película de Tom Ford en la que se plantea el dilema de un hombre que ha perdido a su marido y con éste toda motivación en la vida.

Una película que promete mucho desde el principio. Los planos tan cortos nos hacen ver la cotidianeidad de los hechos como algo especial, algo que valorar. Esto sumado al aumento del contraste en la imagen las escenas que despiertan emociones dentro del protagonista constituyen una pista acerca de la decisión final del personaje. George está muy bien encarnado por un envejecido pero todavía atractivo Colin Firth, quien consigue transmitir a la perfección la seriedad y la pena que persiguen al profesor. Este, junto con su amiga Julianne muestran la mella que hace la falta de amor a lo largo del tiempo. Ambos personajes están enfadados con la vida, de una forma pasiva. Se consideran fracasados, y se resignan a vivir así hasta el momento de sus muertes. Quizás esto nos da una pista de por qué George se plantea quitarse la vida.

La película está muy bien encaminada, y la participación estelar de Kenny como la persona que otorga al protagonista algo en lo que interesarse y en lo que volcar su atención deja latente la importancia del entorno en el desarrollo de cada persona.

Sin embargo, hay algo que no cuadra con toda esta historia, y es un desafortunado infarto al final de la trama. Cuando todo parece estar claro, vivir tiene sentido, hemos llegado a una epifanía clara, viene el azaroso destino y nos brinda muerte. Quizás en la cabeza de Tom Ford todo está muy bien hilado y ésta es la clave del entendimiento de la película, pero para mi y el público llano en general este hecho no hace sino confundir. Diez minutos antes de acabar la película empiezas a fantasear con las reflexiones que te traerá el final de ésta al acostarte esta noche y transcurridos esos diez minutos hacia el final de la película te quedas en estado de shock, pensando continuamente: ¿qué me quiere decir el director de esta película con esto? A todos nos pasa la misma pregunta por la cabeza: ¿Por qué no se levanta Kenny y lo lleva al hospital? Sería una buena idea para un final.

Pero no, el final es el que hay, y la crítica, contando con dicho final, también es la que hay.

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