Puede que éste no sea un lugar de muchas palabras, pero sin duda será un lugar de mucho significado.

martes, 13 de abril de 2010

Maletas

Siempre me ha gustado hacer maletas. Seleccionas todo lo necesario para una nueva vida y le haces un hueco en ese espacio reducido entre esas cuatro paredes de tela. Al abrir la maleta para construir una nueva vida, siempre se me vienen a la cabeza recuerdos de la última vida que allí se gestó. Esta vez, me invadió el recuerdo de él. Su postal yacía aún en la maleta y algún sobre de lubricante se deslizaba inquieto por la suave tela del forro. Había olvidado sacar la ropa interior sucia y con ella se encontraban más recuerdos de esa vida. Los cielos azules, las mañanas cálidas, el mar embajador, el viento enamoradizo. De repente no lo pude soportar más. Mi estómago iba a explotar. Algo se arremolinaba en él al pensar en su sonrisa. Decidí no tocar más el resto de esa maleta por hoy. Al fin y al cabo, mi sueño no se había acabado, y en mi nueva vida él seguiría estando.

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