Envidia

Tantas veces saboreada en estos labios, te conozco como si fueras familia. Hoy te vuelves en mi contra, y me atacas. Cruzas valles, historias, sobrevuelas montañas e incluso libros enteros, todo con tal de crear mella, de abrir la brecha de la inseguridad, del miedo o de la culpabilidad. Todo por dejar de sentirte miserable.

Olvidaste que me perteneces, que nadie ha sabido verte como yo lo he hecho. Olvidaste que no puedes hacerme daño, porque soy yo el que te posee y el que decide dónde mira el filo y dónde el romo.