Puede que éste no sea un lugar de muchas palabras, pero sin duda será un lugar de mucho significado.

miércoles, 26 de enero de 2011

Komboloi

No pude sino sentir escalofríos al notar años de emociones pasando por mis manos. La piedra, negra y brillante, no era sino una metáfora de la opacidad que mostraba la vida de aquel individuo para conmigo, y de lo abrumado que me dejaba su destello.

Creo que fue un ejercicio interesante. El jazz de fondo daba esa atmósfera de quietud a aquel lugar que lo alejaba de todo, nos refugiaba, convertía lo de adentro en lo único, si bien lo de afuera seguía siendo lo importante. La forma de ser tan particular, "aunténtica", como dirían algunos, me enseñaba que en algún lugar recóndito esa persona había estado viviendo, comiendo, sufriendo, llevando su propia existencia a un lugar mientras en el camino, por un momento, se cruzaría con la mía.

No sabía nada de ese objeto, pero notaba su valía. Y cuando me puse a jugar con él no sabía cómo usarlo. Ese objeto no me pertenecía.

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