Como las olas que vienen a dar a la orilla, yo voy dándole vueltas a la vida. El sentimiento es siempre cíclico. Altibajos, recesos, parálisis... pocas veces viene algo nuevo, y cuando lo hace, es efímero. Parece que uno apenas lleva vividos unos años, pero empieza a estar cansado. La vida lo ha tratado mal, más bien, ha dejado de tratarle, le ha dado la espalda. Y él, no lo entiende.
Aunque lo último que se pierde es la esperanza, y por eso, sigue esperando.
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